
Afirma Andrea Giunta que la historia del arte fue escrita desde parámetros patriarcales. Pero en la actualidad el giro copernicano de la revolución feminista revirtió esa tendencia crítica dominante y se consolida una justicia poética que visibiliza a artistas mujeres. Gertrudis Chale, pintora de los suburbios y de las montañas, de la escritora Gloria Lisé nace en este contexto epocal que tuerce el “destino manifiesto” de la subalternidad de género en todos los ámbitos.
Con mirada lúcida y espíritu sororal, Lisé viaja a un pasado próximo para desentrañar la vida y la obra de esta notable judía austríaca nacida en 1898 y fallecida en La Rioja en un accidente de aviación en 1954.
Chale, integrante del “Grupo Tartagal“ -que reunió a afamados pintores entre los que se destacan Carybé, Preti y Brié-, compartió el deslumbramiento por las vanguardias que operaron como zócalo estético al que trascendieron, fundando una nueva comarca de Belleza y Verdad.
Si bien Chale eligió el motivo indígena y el paisaje del norte argentino para gran parte de su producción, son los rostros, las figuras humanas, el drama de la pobreza, los que hegemonizan su obra. Su pincel redime del olvido y la muerte a “los condenados de la tierra“ y los inscribe en la perennidad de trazos, colores, formas, climas, que su sabia y amante mano supo tejer como tapiz testimonial legado a las generaciones futuras.
Acerca del proceso de retratar a mujeres y hombres de la región, Chale nos dice: “Trato de captar una fracción de su realidad contemporánea. Un cuadro debe inquietar y hacer pensar“¿No resuenan acaso estas palabras suyas como las de Kafka cuando este escribe “una obra de arte debe ser como un pico de hielo que rompa el mar congelado que tenemos dentro“?
El texto de Gloria Lisé reafirma una vez más su vocación por “el deber de memoria” ya presente en su narrativa y biografías. Su diálogo con Gertrudis Chale, fruto de una exhaustiva y rigurosa investigación llega arropado con el innegable talento literario de su autora, lo que vuelve a esta escritura una referencia insoslayable para quienes anhelan conocer la excepcionalidad de una vida y una obra que respiraron al unísono, en perfecta coalescencia.
Teresa Leonardi Herrán